La verdad es que no sé cuántas veces habré dicho a mis hijos que no dejen nada en el plato, que no seré yo quien tire a la basura algo que se pueda comer, que es mejor servirse sólo aquello que se va a comer, pero también he comentado con ellos y con otras personas la gran y simple idea de llevarse cada uno a su casa, ya sea en bolsas o en tuppers, la comida «que no podemos acabar” después de comer o cenar fuera de casa. La cuestión es que hace unos días volví a ver en la televisión una noticia relacionada con estas situaciones y una de mis inquietudes, y que creo que se merece, sin duda alguna, un lugar especial en este blog. Me refiero a la iniciativa Neveras Solidarias. (más…)