Perseverancia o equilibrio

Esta mañana (de un día cualquiera de la semana) me ha vuelto a “saltar” en la cuenta de instagram un vídeo sobre lbalance.king.w. No es la primera vez, lo admito, pero esta vez lo cierto es que me ha hecho pensar sobre una de las características de la P.E. Se trata de la perseverancia.

Algunas personas quizá os preguntéis que es lo que esta cuenta tiene que ver con la perseverancia. Es muy simple. Lo que a mí me ha hecho pensar en la perseverancia ha sido la cantidad de veces que el “hombre del vídeo” (en ocasiones acompañado) tiene que repetir su “intento” para lograr su objetivo (el equilibro entre objetos de distintos materiales, tamaños y pesos).

Es cierto que da qué pensar si los vídeos son o no reales. Si no lo son, yo me quedo con la necesidad de subrayar esta cualidad de las P.E. Porque la verdad es que la perseverancia nos acompaña desde la infancia. Pensad, por ejemplo, en cuántas veces se cae y levanta un niño cuando está aprendiendo a andar.

Cuando los bebés están aprendiendo a caminar, se caen una media de 17 veces por hora. Dada esa frecuencia de caídas, se podría pensar que sus pequeños cerebros computan cuidadosamente toda esa información negativa para poder aprender de sus errores. Al parecer, eso no es así. Según los investigadores del Laboratorio de Acción Infantil de la Universidad de Nueva York, los bebés no cambian su comportamiento en función de la retroalimentación negativa…. Su afán por ir del punto A al punto B hace que una cosa tan pequeña como una caída sea intrascendente en el esquema de las cosas. Y cuando se caen, es una aventura de bajo riesgo con muy pocas consecuencias negativas. Así que se ponen en marcha, caminando, dando tumbos, caminando. (K.C. Compton, 2021).

Y tú, ¿eres perseverante? ¿te has parado a pensar qué es lo que hace que cuando nos hacemos mayores nuestra perseverancia vaya mermando? ¿es cuestión de cultura? ¿de educación?

Os animo a que, solo por curiosidad, entréis en la cuenta de lbalance.king.w A ver si eso nos hace ser un poco más conscientes de que en la vida no todo es regalado y que la perseverancia junto con el esfuerzo son grandes cualidades que, ojalá, a mí me sigan acompañando día tras día.

Gracias por seguir ahí.

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