Si comienzo la canción que muchas personas hemos cantado de pequeñas, seguro que la seguís. Venga, empiezo: “Alupé, alupé”, venga, no os cortéis, “sentadita me quedé”. Eso es lo que pensaron las protagonistas del post de hoy, Ici y Bego, cuando hace 11 años, un 13 de noviembre decidieron lanzar su marca, porque querían algo “pegadizo”. ¿Lo consiguieron? Te animo a que sigas leyendo para dar tu opinión.
Hace ya muchos años que sigo a Bego por las redes, desde el momento que descubrí su marca de juguetes Alupé. De hecho, he de confesar, que Bego fue alumna cuando ella estudiaba Pedagogía en la Universidad de Deusto, y de eso hace ya unos cuantos años, (¡cómo pasa el tiempo!). Tenía muchas ganas de que “contara su historia” y, por fin, el miércoles 30 de octubre de 2024 tuve la oportunidad de invitarles, a ella y a su hermana y socia, Ici, a que lo hicieran en un contexto muy especial: un programa de desarrollo del espíritu emprendedor y la competencia emprendedora. El programa está dirigido a un grupo de alumnas de 1º y 3º del grado de Educación Primaria de la Facultad de Educación y Deporte de la Universidad de Deusto. Se lleva a cabo gracias a la Unidad de Innovación Docente de la misma universidad.
La cantidad de juguetes de plástico que rodean a los niños y niñas, su poco contacto con la naturaleza y la necesidad del juego auténtico fueron, junto a la conciliación laboral, algunas de las razones que llevaron a estas hermanas a comenzar su proyecto de negocio. Ellas querían aportar algo a la sociedad y tras pasar un mes en un mercadillo navideño, su primera incursión en el mundo real de los negocios, hasta hoy en día, ya llevan 11 años viajando, de fines de semana de mercado en mercado, visitando ferias de renombre, acumulando nuevas referencias (han pasado de 50 a 5200), sumando proveedores (ya cuentan con alrededor de 100), visibilizando sus juguetes a través de “tuppertoys”, asociaciones de crianza, txokos, pop-ups y, por supuesto, las redes sociales, reinventándose y trabajando día a día en “algo” que les encanta y les apasiona: el mundo de los juguetes de madera de calidad, porque, como dice Ici “con pasión, todo funciona».
Si algo caracteriza los juguetes de Alupé es su calidez, textura, olor, sabor, la pintura al agua que los adorna, su sostenibilidad o el que sean biodegradables. Por cierto, hoy en día, los juguetes los guardan en un pabellón de 800 metros cuadrados (ahí es nada), pero hace 11 años empezaron en un trastero, ¿os suena de algo?
Bego insiste en que tienen “mucho trabajo, pero que está muy bien recompensado”. El clima familiar que se respira y que Ici y Bego transmiten, es una realidad entre las ocho personas que conforman el equipo de trabajo de Alupé. El valor del equipo y el respeto a cada una de las personas que trabajan es, para ellas, elemento fundamental.
Os invito a que entréis en su página web o trasteéis en sus redes sociales. Seguro que seguimos teniendo niños y niñas a nuestro alrededor. Alupé es una marca de referencia que, si aún no hemos descubierto, os animo a hacerlo hoy mismo.
ZORIONAK, Ici y Bego por estos 11 años. Así se hace.