Hay conversaciones, momentos, instantes, hechos, fechas e incluso sentimientos, que te unen a personas como si “algo” que tuviera que ser, estuviera pasando en “ese preciso” instante. Eso es lo que me paso hace unos días con la P.E. que os presento hoy.
La verdad es que hablamos mucho, más de lo que es habitual en mí cuando “acabo” de conocer a la persona que está detrás de una marca, en este caso, Iksarot, con Iker al frente.
En el momento que empecé a hablar con él, me di cuenta de la necesidad que Iker tenía de contarme el contexto en el que surge Iksarot y el camino que siguió para, a día de hoy, con muchos años de experiencia laboral muy intensa a sus espaldas, decide dar el gran salto.
Para mí, el contexto es muy importante (quizá sea deformación profesional), y esta vez, “su historia” fue una muy buena manera de pasar de la teoría a la práctica. Así que yo escuché detenidamente todo lo que me contaba, pero no creo que tenga que desvelar ninguno de sus “secretos”, así que “esos” me los quedo.

Hoy, lo que quiero, es que os quedéis con la marca Iksarot y las joyas que crea Iker. La creatividad y pasión que transmite se reflejan en sus producciones; su perseverancia y muuucho trabajo, lo hacen, de manera más sutil, a través de los productos que crea (que llevan su tiempo y su aprendizaje); su energía la notas cuando hablas con él.
El arte, la moda, el dibujo, la pintura siempre han estado “ahí”, desde que era un niño, pero la vida le hizo ir tomando caminos que estaban “un poco” alejados de ese mundo que el soñaba, pero muy rodeado de creatividad en distintos estados.
La cuestión es que “una boda, un abanico y un broche negro” hicieron que Iker se lanzara a un mundo que, quizá, debería haberlo hecho antes, ¿quién sabe?
Yo creo que con ver sus creaciones es suficiente, de verdad, por lo que hoy, como cierre de este curso académico os invito a que visitéis Iksarot.
Yo me voy a tomar unas vacaciones hasta septiembre, que lo necesito urgentemente (seguro que como muchas de vosotras). Os deseo un verano fantástico, que podáis disfrutar con las personas que os quieren y a quienes queréis, que riais, disfrutéis, brindéis, descanséis, y, sobre todo, que sigáis siendo felices todo lo que podáis, con cada “cosa” nueva que descubráis, aunque sean más que conocidas.
Os veo a la vuelta.