Rocío Sánchez, una emprendedora por ósmosis

Cuando una persona se rodea de muchas P.E. es normal, creo yo, que acabe empapándose de su espíritu y actitud emprendedora. Eso es lo que para mí le ha pasado a nuestra protagonista de hoy, que reúne muchas de las características de la P.E. Quizá ésta sea una de esas ocasiones en las que la vena emprendedora le ha salido a nuestra P.E. por ósmosis, sí, he dicho bien, por ósmosis, porque cuando hay tanto arte a tu alrededor que su influencia cala tan dentro de ti que te hace dar el salto, entonces podemos decir que acabas siendo P.E. por ósmosis más que por necesidad o por vocación.

En más de una ocasión he leído que el emprendimiento es algo vocacional, no seré yo quien lo niegue, pero también seguiré defendiendo que a emprender también se puede aprender y que la P.E. nace y se hace, así que hoy voy a apoyar mi post en esta última idea.

Creo firmemente que la P.E. tiene eso que le hace diseñar, desarrollar e impulsar múltiples y variados proyectos que con ilusión, ganas, pasión, compromiso, esfuerzo y perseverancia llegarán a buen puerto y, al mismo tiempo, lograrán que el mundo avance en buena dirección. Ese es el caso de Rocío Sánchez, nuestra protagonista de hoy, a quien el mundo del arte y el diseño le ha calado muy hondo, tanto que le ha llevado a emprender proyectos muy especiales, cargados de colores y creatividad, y muy influenciados por la cultura japonesa e hindú. Sus proyectos son Mono no Aware (@kimononoaware) y Dee dee (@wearedeedee), que comparte con su socia Marta Belmonte. Un dúo perfecto compuesto por una abogada y una arquitecta a quienes la cultura oriental les ha ganado el corazón y mucho más.

Ahora bien, ¿qué es lo que le lleva a Rocío a emprender estos proyectos?

Resulta que Rocío tiene la “buena suerte” de trabajar en Bilbao International Art & Fashion (BIAAF), una organización sin ánimo de lucro, una “plataforma dedicada a descubrir, apoyar y lanzar diseñadores emergentes de moda de todo el mundo que demuestren en sus creaciones altas dosis de talento, innovación y creatividad”. Su objetivo principal es dar a esos diseñadores visibilidad internacional tanto dentro de la industria de la moda, como al público general y a los medios de comunicación.

“El carácter internacional pretende favorecer el enriquecimiento intercultural y la promoción de la moda como auténtico bien cultural, en estrecha relación con los valores artísticos.”

BIAAF le ha dado la oportunidad a Rocío de estar “en contacto permanente con jóvenes diseñadores, escuelas de diseño y profesionales de la industria de la moda de reconocido prestigio y ámbito internacional”. Te animo a que si te interesa este mundo entres en el apartado de actualidad de su página y descubras más sobre BIAAF y su prestigio concurso internacional.

A partir de ahí es como Rocío lanza sus proyectos. A mí personalmente me encandiló Mono no Aware. La verdad es que desde hace muchos años los kimonos me han parecido prendas muy especiales y cada vez que leo algo sobre la cultura japonesa y, sobre todo, sobre sus vestidos, me parecen pura elegancia, a la vez que creo que están fabricados con uno de los tejidos más especiales para mí como es la seda. Y ni qué decir tiene la sensibilidad, tranquilidad, melancolía o belleza que a mí me transmiten las imágenes, pinturas o la misma caligrafía que utilizan en la cultura oriental.

Hace unos días tuve el gusto de coincidir con Rocío y Marta en un pop up celebrado en Bilbao. Hace más de 6 meses que me habían hablado de ella y no había encontrado el momento de conocerla en persona. Seguro que hay más como ella, no lo dudo, pero es que Rocío transmite tanta dulzura cuando habla y a la vez tanta pasión por el arte y los jóvenes diseñadores con talento, que combinado con su conocimiento del mundo del diseño y del arte japonés y de una cultura tan distinta a la nuestra, hacen que sea muy difícil no dejarse encandilar.

Eso le debió pasar a ella, y le sigue pasando, cuando visita tantas escuelas y proyectos nacionales e internacionales que no hacen más que darle fuerza y energía para seguir apoyando el diseño y el arte de un mundo que debería confiar más en la cultura como uno de los ejes sobre el que debe girar para avanzar.

Rocío, por ósmosis, por necesidad o por vocación, me alegro enormemente de haber conocido una emprendedora como tú y te doy las gracias por tu trabajo en BIAAF y tus proyectos que tan bien has sabido encauzar junto con Marta.

Nos vemos pronto.

Disfrutad del mes de diciembre, que viene frío.

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