Primero fue la generación de los baby boomers, después la X, a la que siguió la Y, y ahora, siguiendo la lógica del abecedario, nos llega la Z. ¿Cuál será la próxima? Si fuera por la edad, yo pertenecería a la generación X pero como creo que esto es como todo en la vida, y puestos a elegir, me quedo con el factor XYZ, ¿puedo?
A continuación os cuento por qué. Se dice que la generación Z es la generación de los hijos de la generación X, una generación de los nacidos entre 1994 y 2010 y que representan casi el 26% de la población mundial. En términos generales se trata de una generación global, digital (más que la de los llamados milenniales o generación Y), pragmática, autónoma, crítica, resolutiva, concreta (y muy práctica), realista – más aún que sus predecesores-, y emprendedora, también más que sus hermanos mayores, los de la generación Y. De hecho, diversos estudios señalan que dos tercios de las personas pertenecientes a la generación Z y que aparecen en la mayoría de las encuestas quieren fundar su propia empresa. Algo querrá decir eso, ¿no creéis?
Pero es que, además, esta generación Z también ha heredado de sus padres (los de la generación X) la ética por el trabajo, las buenas costumbres, la capacidad de recuperación ante las adeversidades, y el hecho de ser más tolerantes, respetuosos y responsables.
Se trata de una generación que llega pisando fuerte (como tiene que ser), con sus propias reglas, con ganas no de comerse el mundo pero sí de cambiarlo (que ya era hora). Es una generación multitarea, creadora y productora de contenidos – y no sólo consumidora de los mismos-, una generación exigente y que no se conforma con que le den todo hecho. Es una generación con visión de futuro, que busca – porque le importa- la conciliación entre la vida profesional y la personal, que sueña con su autonomía profesional y con su desarrollo personal, que está preocupada (y concienciada) por temas como la ecología, la sostenibilidad, la salud o la economía. Es una generación responsable y consciente de lo que otras generaciones le han hecho a este mundo que «nos pertenece».
La generación Z es una generación a la que no le falta información, pues tiene todo el acceso que quieran a la misma, de hecho son reconocidos como los grandes nativos digitales. Quizá les cueste concentrase y prestar atención un poco más que a otras generaciones pero esta habilidad, al igual que otras habilidades personales, se pueden aprender, porque todo en esta vida se puede aprender, es cuestión de actitud y de esfuerzo.
Las redes sociales son los mejores aliados de las personas que pertenecen a esta generación y youtube, vine, netflix, playbuzz o snapchat, entre otros, forman parte de su espacio natural de movimiento. No en vano, los blogs, la fotografía (instagram) o el diseño (on-line) son prueba de ello y conforman parte de sus comunidades, entre las que se mueven.
Esta generación, también denominada en algunos círculos, generación K, es una generación altruista, solidaria, voluntaria y que quiere ayudar a los demás-porque está muy sensibilizada por cuestiones de desigualdad e injustia social y económica. Son, por dicho motivo, grandes escépticos, sobre todo respecto a las grandes marcas y compañias.
De la generación Y han heredado la capacidad por reinventarse, innovar y emprender nuevos desafíos; la valoración de la diversidad en todo sentido; las buenas relaciones; el grado de responsabilidad y compromiso; lo pragmático que son; y la necesidad de dedicar tiempo a lo que les gusta -porque no todo va a ser trabajar.
Si la generación Y generó el boom de una actitud emprendedora (bravo por ello), la generación Z debería (si no lo ha hecho ya) mejorar esta situación, y así es que nos encontramos ante una generación de personas que desea, además, ser más autónoma y no caer en las garras de la monotonía, vamos, que se la quieren jugar. Buscan desarrollar nuevas ideas y emprender proyectos novedosos, controlar su vida personal y profesional (y no que se la controlen), y sacar el mejor provecho a todo lo que hacen, crean o producen. Así es que la pasión y los sueños invaden sus smartphones y plataformas digitales. Y es que el sentido emprendedor y el desarrollo profesional, característicos de la generación Y ha calado en lo más profundo de esta generación.
En definitiva, de la generación Y han heredado (y si no, deberían hacerlo), lo mejore de ellos, porque si algo merece la pena de la generación Y es que éstos son: idealistas, optimistas, competitivos, precavidos, curiosos, pragmáticos, inquietos, arriesgados, prosumidores, participativos, activos, auto-confiados, abiertos al cambio y apasionados (viven por lo que les apasiona).
Por eso, yo me quedo con los de mi generación X, pues a ella pertenezco y porque aún nos queda mucho por lo que luchar, pero rescato lo mejor de las generacones Y y Z, porque considero que hay muchas buenas características que me gustan y quiero para mi también (y para los de mi generación y las que llegarán por detrás). Y vosotros, ¿a qué generación pertenecéis?, ¿en cuál os véis?, y lo que es más importante, ¿qué es lo que os apasiona, lo que os mueve a actuar y lograr vuestros sueños?
Disfrutad de la semana y seguid soñando con cada paso que deis.