Cuando una va a Barcelona, es visita obligada un paseo por Las Ramblas, por su ambiente, su identidad, su gente, el mercado y, sobre todo, por el arte que desprende. Hoy, yo al menos, tengo un motivo más para acercame, de nuevo, a esta ciudad tan emprendedora en muchos sentidos, y conocer, por fin, a nuestro protagonista de hoy. ¿Te apetece saber a qué P.E. me refiero?
Empiezo.
Hace ya más de un año, conocí a través de Instagram, a un “emprendedor-artesano” cuyas joyas me encantaron. Me gustaron tanto que pensé que ya tenía “ese” presente que desde hacía tiempo quería que tuvieran las personas a las que quiero. Así es que, primero decidí, después compré, a continuación, regalé (que magnífica sensación) y por último contacté con Carlos para agradecer y, por supuesto, seguirle en las redes y apoyar su trabajo y esfuerzo diario.
Carlos Gómez es el emprendedor y fundador de 4karas, un proyecto convertido en empresa hace pocos años, concretamente en el 2016. Se trata de un negocio relacionado con la pasión que Carlos siente por la joyería, pero también por la moda, el deporte, la náutica, la equitación, los recuerdos y las emociones. Eso sí, una joya “al alcance” de muchos más bolsillos de los que podáis estar pensando (si así fuera), porque si algo me gusta a mí, es saber que todos tenemos oportunidad de lucir de vez en cuando algo bonito.
4 karas surge en un primer momento de la amistad y de la buena compañía, cuando dos amigos se lanzan a hacer lo que les apetecía y llegan a su primer market a la Costa Brava: su carta de presentación en sociedad. Solo les costó 3 días que la gente que paseaba y buscaba “algo” distinto se fijara en ellos, pero, sobre todo, en sus creaciones. A partir de entonces, y gracias al esfuerzo, el trabajo, la lucha diaria por cumplir sus sueños, el detalle que Carlos pone en todo el proceso creativo y, yo diría, por creer en lo que hace e innovar, hoy 4 karas es una realidad que permite a Carlos desarrollarse profesional y personalmente.
Que, ¿por qué 4 karas? Os explico, 4 karas es sinónimo de 4 estaciones y de 4 fases, concretamente los 4 pasos que son necesarios para que un diseño plasmado en una hoja de papel, se convierta en una joya que acabas luciendo en tu muñeca o en tu cuello. Ah, son joyas que no sólo están orientadas a las mujeres, de cualquier edad, sino que “son aptas” para todos los públicos.
La joya 4 karas es un complemento inspirado en el recuerdo de “la pulsera de la abuela”, con la que Carlos jugaba de pequeño, una de esas pulseras de calabrotes que Carlos ha sido capaz de reinventar y convertir en una joya diferente y singular. De ahí surge una pulsera divertida, de verano (de puro verano), con vida, de color, pero muy práctica y totalmente personalizable.
No os he dicho que Carlos estudió publicidad, ¿verdad? Pues no me quiero olvidar de decirlo, porque con esto quiero insistir no sólo en la importancia de la formación a la hora de emprender, sino, también, en el esfuerzo y trabajo que hay detrás de un “producto” creado, en este caso, de manera artesanal y que, además, hace que todas las piezas sean únicas. En este caso, además de hecho a mano, es un producto made in Spain.
Si te anima a lucir un 4karas, entra en su web y adelante.
Nos vemos en un par de semanas. Disfrtutad, sonreid y agradeced cada día.